NUESTRA HISTORIA:

Nuestros Comienzos

        En el año 1983 creamos una industria de transformación de plásticos por inyección dedicada a ser proveedora de la industria de electrodomésticos,  automotriz y de bicicletas.


        Este desarrollo nos requirió, en una provincia alejada de centros industriales importantes, una alta inversión en capacitación tanto de directivos como del personal de la empresa, que desde entonces está con nosotros.


Producto de la crisis

        Desde el año 1989 y a partir de una decisión estratégica comenzamos a inyectar nuestros productos con plásticos post consumo o reciclados, abandonando desde entonces la compra de materia prima virgen proveyéndonos de material de acopiadores de plástico.


        Es en ese momento que comenzamos a  conocer a los participantes en la cadena de valor del plástico y del disvalor humano expresada en el ciruja, el cartonero, el carrero. En resumen el trabajo informal y la perversidad social implícita en las formas de relación existentes, con la participación por omisión incluso del Estado.


        En el año 1996 y por aquellos días como una rama mas de nuestra empresa de transformación de plásticos comenzamos a producir bienes útiles y gratificantes para la sociedad como son bancos y  papeleros a los que luego adicionamos juegos infantiles y otros en una importante variedad de modelos.

        Desde los inicios  percibimos el valor de dichos bienes como elemento paradigmático de transformación de actitudes en empresas, gobiernos y comunidades en general y comenzamos  a participar con distintos actores socialmente responsables como eran, por aquellos días, la intermunicipal de residuos de la Provincia de Entre Ríos, que tenía como municipios participantes a Crespo, Ramirez, Chajarí, Federación y otros. Con todos ellos sostuvimos hasta la crisis del 2001 convenios de colaboración de sus programas de separación de residuos, entregando mobiliario de plástico reciclado para sostener dichos programas como paradigma “del bien hacer”.


        En el año 1999  firmamos con la ciudad de Paraná un convenio de Padrinazgo  de espacios públicos mediante publicidad de empresas privadas que posibilitó sin costo para la ciudad recibirla totalidad de los bancos y papeleros que visten aún hoy, a más de quince años de instalados, la extensa costanera de la ciudad.-
Esta experiencia nos permitió adquirir el know how que hoy moviliza muchos de nuestros programas de articulación con empresas.


Inicio de una nueva etapa

        En el año 2000, replicando el caso de los municipios de la Intermunicipal de residuos, firmamos y comenzamos a colaborar con la ciudad de Paraná en el diseño y ejecución del programa “Paraná Punto Limpio” que siguiera hasta el año 2003 con importante éxito en la creación de conciencia en la ciudadanía.

        Muchos otros municipios, organizaciones y empresas han recibido a lo largo de los anos nuestro mobiliario para ser utilizado siempre con eje en la educación y creación de conciencia en valores sociales del cuidado de Ambiente humano.


        Desde aquellas experiencias tan importantes hasta la fecha hemos trabajado y estamos trabajando en red, utilizando siempre el mobiliario de plástico obtenido mediante el esfuerzo común como movilizador y transformador de voluntades creando para facilitar ese trabajo una Fundación de nombre “Quanta el Bien Hacer” que vehiculiza esos quehaceres, difundidos mediante un área de comunicación y de desarrollo de Programas a medida con lo que ayudamos a las empresas y municipios a mas de a hacer bien las cosas, a hacerlas saber ayudando de ese modo al crecimiento de la conciencia social.